viernes, 22 de septiembre de 2017

LOS VICIOS Y MALOS HÁBITOS



Entre los vicios y dependencias más comunes encontramos: el alcohol, el café, el tabaco, la marihuana, la cocaína, el opio, los barbitúricos, las anfetaminas, y el LSD, más su derivados y mezclas. Para designar estos vicios podemos emplear varios términos, tales como farmacodependencia, abuso compulsivo de drogas psicodélicas, drogadicción enfermedad, o malos hábitos de conducta. Lo cierto es que los términos pueden ser convencionales, según el tratado y el autor; así podríamos decir que empieza como un vicio, (abuso), se convierte en un hábito, (forma de conducta), y luego se transforma y fija como enfermedad.

En la base de todo vicio hay un problema y desajustes de la personalidad. Este viene a ser como un grito desesperado de alarma, de que falta algo en la vida interior del individuo, lo cual tarta de compensar con la dependencia de algo exterior en lo cual se busca un alivio. Los problemas sexuales en cualquiera de sus formas, desempeñan el mismo papel de la drogadicción, por eso se les puede llamar también vicios sexuales.

Claro, que hay que tener en cuenta, que los vicios también se aprenden por imitación y condicionamiento. Se trata de ir adaptando la mente y el organismo a un producto químico determinado, hasta que se convierte en hábito, y como la conducta está formada y condicionada a base de hábitos, podemos decir que se trata de una conducta formada con malos hábitos.  

La persona enviciada al cigarrillo, el alcohol o cualquier otra clase de droga, argumenta y justifica demasiado su vicio, como algo bueno, e inofensivo y necesario; pero cuanto más se argumenta, resulta más evidente que se trata de un mecanismo de defensa, con el cual se intenta santificar la inocencia del vicio; pero más razones y argumentos que se levanten a favor del vicio, no alteran la irrebatible verdad de que él, en cualquiera de sus manifestaciones, en nada ha traído beneficios y resultado positivos para la humanidad, al contrario le ha acarreado terribles sufrimientos, enfermedades, dolores y miserias de todo género, prueba esto, de que es siniestro.

Superar los vicios y malos hábitos, es obra de una profunda concientización, y un cambio de mentalidad básico. Solo cuando el individuo desarrolle su conciencia sobre las transcendentales finalidades del ser humano, y vea más allá de una escala de valores egoísta, falsa y materialista. Cuando deje de creer que el vicio es una salida efectiva para compensar sus problemas, deficiencias y errores y busque soluciones sabias y acertadas.
Para ello el individuo, tiene que desarrollar su voluntad, ejercitándose en la práctica de nuevos hábitos que resulten opuestos a los vicios.  
  
Los estudios serios sobre este aspecto han demostrado, que casi siempre el individuo destrozado por los vicios, es egoísta y rebelde, cree que no necesita de los demás, carece de profundidad y desarrollo espiritual, de ideales nobles y elevados, como el dedicar su vida al bien y realización de los demás.

Querido lector, si usted está padeciendo la enfermedad de algún vicio, ponga toda su voluntad y su inteligencia en acción para superarlo, piense por un momento, que ese vicio puede significar la puerta de su ruina; fracaso y derrota en la vida, en todos los aspectos; por tanto, siga un control claro, consciente y voluntario de su comportamiento, acepte el resto de su vicio y dedíquese a vencerlo, en vez de ser vencido por él. Recuerde que cualquier vicio nos toma suavemente sin que nos demos cuenta y poco a poco nos va atenazando, como la más terrible de las enfermedades de la tierra.  




RECUERDA



"Si cambias tu forma de pensar podrás cambiar tu calidad de vida"

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