Apreciado lector en base a la publicación anterior podemos destacar que la
personalidad es la esencia central del individuo, o al menos la forma que
caracteriza su expresión. Es notable que esta se manifieste en todas las cosas
que realizamos y por ende nos resulta un instrumento fundamental ya que así
podemos aplicarlas a las relaciones humanas.
La personalidad es la base para desarrollar las destrezas y habilidades que
posee la persona, ya que si cultiva buenos hábitos en base a una mejora
continua de la personalidad, podemos notar las falencias e irregularidades que
hemos tenido desde nuestra niñez hasta la actualidad, ya que es el primer paso
para el desarrollo de una buena conducta; es fundamental conocerse, ser congruente
y asumir responsabilidad de sus actos.
Se debe tener en cuenta que si falla la personalidad falla todo el sistema
de comunicación y expresión para relacionarnos con los demás y con el medio
ambiente, es por tanto que debemos de trabajar a cabalidad en nuestro yo
interno, dejando a un lado nuestro ego para poder conocernos y así poder tomar
control de las acciones que se susciten y llevar a un mejor sendero nuestra
vida.
Recalcando que todas las influencias positivas favorecen el correcto desarrollo
de nuestra personalidad, tal como los buenos alimentos son la base de nuestro crecimiento
físico. Pero también las malas influencias imposibilitan el sano desarrollo de
las mismas, de tal modo que los tóxicos y microbios imposibilitan el adecuado
desarrollo de nuestro cuerpo. Por los mismo, debemos preocuparnos por
proporcionarle a nuestra mente todos los conocimientos útiles y adecuados para
que se vaya transformando y perfeccionando.
De todas maneras han constituido un material para la formación de nuestra
personalidad; pero como ya lo dijimos, las buenas influencias y experiencias favorecen
el buen desarrollo de nuestra personalidad y las malas lo obstaculizan e
impiden; pero esto no significa que no podamos transformarla, mejorarla y
perfeccionarla.
Allí en el fondo de nuestra personalidad yacen ocultas mil cosas
desconocidas para nosotros las cuales impulsan a realizar diversas acciones,
muchas veces en contra de nosotros mismo y contradictorias con respecto a
nuestros anhelos y aspiraciones; no obstante son las formas como se manifiestan
y expresa nuestra personalidad, debido a la lucha y contradicciones internas
promovidas por los materiales falsos de que está formada. Por esto, la inmensa mayoría
de gente que fracasa en la vida, hecha siempre la culpa de sus inexplicables
fracasos, a su mala suerte y a la circunstancias del medio ambiente; porque no
posee unos elementos del juicio que le permitan reconocer, que la gran mayoría de
nuestros fracasos es debida a las traiciones de nuestra personalidad; porque
los materiales de que está hecha son falsos, es decir, nuestra personalidad
está hecha para el fracaso y no para el éxito, por tanto, no podemos esperar
que sus obra y relaciones sean de éxito, sino de fracaso, debido a la mala educación
por parte de nuestros padres, entorno social y el medio en que te encuentras.
Podremos salir de este apalancamiento si tenemos claro nuestra conducta, debemos
tener en cuenta que la conducta es la manifestación de la personalidad. Con esto
comprendemos que nuestra personalidad se ha venido formando y estructurando con
toda la infinidad de vivencias, experiencias, frustraciones, sufrimientos, satisfacciones
y alegrías; es decir, toda clase de hechos que han afectado nuestra vida de un
modo favorable o desfavorable.
RECUERDA
"Si
cambias tu forma de pensar, podrás cambiar tu calidad de vida"
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