viernes, 22 de septiembre de 2017

LA DEPRESIÓN


La depresión nerviosa es un trastorno gravísimo de la conducta, debido al exceso de trabajo, estudio, preocupaciones y problemas de toda índole, lo que quiere decir que se presenta por demasiado desgaste físico y mental, por un agotamiento general. La depresión se puede clasificar en tres grados según sus síntomas y gravedad.

El individuo con depresión en primer grado, se siente un poco triste y falto de interés por lo que ocurre a su alrededor, siente cierta monotonía y pesadez p ara trabajar y estudiar; a su nivel afectivo se reduce apreciablemente y aparece el mal genio, el descontento y la inconformidad; se cansa fácilmente en el trabajo y demás actividades; se siente más inseguro e indeciso que de costumbre; ante todo se preocupa por el futuro. Sin embargo, la depresión en este nivel es fácil de superar, con un poco de motivación mediante conferencias, lecturas recreaciones y descanso adecuado.

La depresión en segundo grado, es cuando el individuo comienza a mermar por completo, su rendimiento en el trabajo, estudios y demás actividades, tales como su actividad sexual y afectiva, intelectual y social. Si se trata de un hombre empezara a fumar y a tomar con mayor frecuencia; lo veremos triste, aburrido y de mal genio, tratando mal a sus amigos, su esposa y sus hijos.
Si se trata de una mujer la sorprenderemos llorando y suspirando con frecuencia, casi siempre pierde el apetito y empieza a experimentar malestares físicos. En general el deprimido en este grado ya suspende sus relaciones agradables y dinámicas con su familia y amistades y cae en el silencio o en los comentarios pesimistas respecto a la vida y al futuro.

Pero aun en este grado la persona deprimida puede recuperarse, mediante una orientación psicológica muy adecuada y una psicoterapia bien orientada. Aunque en este grado el individuo ya es muy incrédulo y pesimista, porque ha perdido la fe en los recursos de la ciencia o la religión; sin embargo, mediante un proceso de orientación, concientización y motivación, por un psicólogo bien ilustrado en este aspecto, es totalmente posible equilibrar y reintegrar nuevamente al paciente. Unido a esto, se debe también aplicar el procedimiento de la depresión en primer grado, tal como el descanso y la recreación.

 Cuando el individuo por haber carecido de un orientación oportuna, llega a caer en una depresión en tercer grado, ya nos encontramos con un asunto bastante delicado de tratar, que por lo general requiere asistencia psiquiátrica muy especializada, y tiene que ser recluido en una clínica de reposo y recuperación, porque a estas alturas el enfermo ha perdido toda capacidad para responder y reaccionar a los estímulos aportados por lo que llamarías consejería o terapia verbal, ya en este grado el paciente cae en un agotamiento total, y emocionalmente esta aparentemente muerto. 


No puede pensar ordenadamente ni manejar sus problemas y responsabilidades, todo lo que piensa es e acabar, en rendirse, en suicidarse; diríamos que se le han apagado todas las luces internas y no ve sino tinieblas. La energía de su cerebro ha descendido al mínimo, y vienen las enfermedades psicosomáticas y la reducción de la agudeza de los sentidos, como la vista y el oído, etc.

Debemos advertir que la persona deprimida necesita una comprensión y ayuda oportuna y eficaz, de lo contrario, de ahí al suicidio o la locura, solo restan unos pocos pasos. Advertimos también que el periodo de la adolescencia es el más propenso a las depresiones; aunque no quiere decir que las demás edades no lo sean. En resumen, el deprimido necesita ayuda, ayuda y más ayuda, tanto de las personas que lo rodean, como de sí mismo y del psicólogo.


RECUERDA


"Si cambias tu forma de pensar podrás cambiar tu calidad de vida"

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