Hay dos formas de
preocupación, la positiva y la negativa. La positiva es la del individuo que se
preocupa por superarse en todos los aspectos de la vida, y por realizar las
cosas bien, por ejemplo: el escritor que se preocupa por que su obra le quede
perfecta; el pintor y el músico; el artista o conferencista que se preocupa por
dejar satisfecho a su público, etc.
Sin embargo hay una
preocupación negativa, de la persona neurótica, manifestada en la misma
tendencia a preocuparse porque todo le va a salir mal; que el niño se mojó y va
a enfermar y a morir, que su cónyuge no le quiere porque alguien les roba el
amor, que va a ser despedido del empleo, a perder sus bienes y fracasar; en fin
viven perseguidos de su angustiosa preocupación, que los sigue durante el
trabajo, la recreación y las horas dedicadas al sueño, convirtiéndolas en
desgraciadas victimas de sus temores y presentimientos.
Entre el temor y la
preocupación creo que no hay un paso de distancia; porque al fin y acabo, la
preocupación es una forma de temor presentido inconscientemente, propio de la
persona inmadura, acomplejada y neurótica; sin embargo en los tratamientos
hechos a personas aquejadas de preocupación, se niegan a reconocer que es un
trastorno neurótico de la personalidad, por falta de equilibrio y ajuste.
El
tratamiento adecuado para la preocupación, es el mismo que se aplica para
superar los complejos, la timidez y el nerviosismo, porque esta es debida a una
enorme carga de ideas erróneas y negativas, que envenenan su estado de ánimo, impidiéndole
ver lo grande, bueno y bello que hay en esta vida, porque sus ojos mentales
están vendados para ver cómo solucionar los problemas con éxito por tanto, solo
pueden ver los problemas que tienen, pero no las posibilidades que tienen para
solucionarlos; y a ellos les acompaña un profundo sentimiento
de incapacidad, por eso, la persona
preocupada debe cambiar de actitud frente a la vida y fortalecer y
vigorizar su personalidad, consiguiendo
la madurez mental y emocional.
En algunas personas, lo que
les sucede es que tienen preocupaciones de forma constante porque pasan de un
tema de preocupación a otro. Siempre se están preocupando por algo.
A veces, son expertos en
descubrir posibles problemas. Podrían describirse bastante bien con la frase:
“¿Qué pasaría si…? “.
Dan vueltas y más vueltas o
se preocupan con:
ü Las posibilidades negativas
ü Los errores y equivocaciones potenciales
ü Los fracasos y dificultades reales e
imaginarios
Pudiendo llegar a ser
incapaces de (o encontrar serias dificultades):
ü Llegar a una solución
ü Tomar decisiones
ü Llevar a cabo una actuación decisiva y
de vivir con relativa tranquilidad con las consecuencias que de ellas se deriven.
ü Es como si se estancaran en la primera
etapa de la solución de un problema.
Factores
que pueden intervenir en estas preocupaciones
Como pueden ser el
perfeccionismo, la dependencia, la falta de asertividad, una baja autoestima,
una alta sensibilidad a las críticas, al rechazo o a ser ignorado; un alto
nivel de creatividad relacionado con la anticipación de sucesos alarmantes y la
capacidad de imaginación con viveza; o la necesidad excesiva de mantener el
control, relacionado con la supresión de sentimientos negativos que llevarían
al descontrol o desaprobación por parte de otros.
VULNERABILIDAD
BIOLÓGICA
Se habla de una
hipersensibilidad al estrés, por la que ciertas personas están más
predispuestas que otras a preocuparse excesivamente. Sin que esto suponga la
existencia de un fallo funcional en nuestro cerebro, simplemente es una
característica de nuestro organismo.
VULNERABILIDAD
PSICOLÓGICA
Podríamos destacar algunas
características como:
– La percepción de poco
control sobre acontecimientos amenazantes.
– La percepción de amenaza
generalizada, o una visión del mundo como peligroso.
– La sensación de
incapacidad para afrontar los eventos amenazantes.
– Sucesos vitales
traumáticos y relaciones afectivas tempranas.
SESGOS
COGNITIVOS.
Los sesgos cognitivos son
tendencias a pensar de determinada manera o a percibir la realidad desde un
determinado punto de vista, no llegando a sospechar otros puntos. Lo que
hace
que aparezca:
·
Hipervigilancia para detectar la posible
amenaza.
·
Interpretación amenazante de la información
ambigua como amenazante.
·
Sobreestimación de la probabilidad y el coste
de las amenazas.
Una vez analizados estos
puntos podemos decir que las preocupaciones son los complejos de la vida tanto positivos como
negativos; ya que lo positivo influyen
en nuestra vida de cierta manera para poder tener un sendero claro en nuestra vida,
y lo negativo obstaculizan las decisiones que se vaya a tomar. como aferrarte a
algo que te dicen; que no puedes hacer, que no es para ti, que no lo debes
hacer, pero en fin lo único que tiene que hacer es dejar que las cosas pasen
por qué siempre de algo negativo saldrá algo positivo de que aprender el “Que obra bien todo le sale bien”.
RECUERDA
"Si
cambias tu forma de pensar podrás cambiar tu calidad de vida"
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